Nuestros reflectores resistentes a altas temperaturas están diseñados para aplicaciones exigentes de iluminación automotriz donde la estabilidad térmica es crítica. Estos reflectores utilizan termoplásticos especialmente formulados (PPS, PEEK) que mantienen la estabilidad dimensional a temperaturas de operación continuas de hasta 180 °C. Los diseños incorporan características de compensación de expansión térmica que previenen la deformación durante los ciclos de temperatura. Aplicamos procesos avanzados de metalización creando recubrimientos reflectantes de aluminio o plata con una adherencia excepcional incluso bajo estrés térmico. Los reflectores tienen recubrimientos protectores multicapa que evitan la oxidación y mantienen la reflectividad (>90 %) en entornos de alta temperatura. Nuestro proceso de fabricación incluye rigurosas pruebas de ciclado térmico (-40 °C a 150 °C) para validar el rendimiento a largo plazo. Los reflectores demuestran una excelente resistencia al choque térmico, soportando cambios rápidos de temperatura sin agrietarse ni despegarse. Ofrecemos soluciones personalizadas para aplicaciones cercanas a motores o sistemas de escape donde las temperaturas ambientales son extremas. Los productos pasan por pruebas fotométricas antes y después del envejecimiento térmico para garantizar una salida de luz consistente. Nuestro equipo técnico puede desarrollar diseños de reflectores con características integradas de disipación de calor para entornos térmicos especialmente desafiantes.